¿El ser humano es monógamo o polígamo por naturaleza?
A lo largo de la historia, las sociedades humanas han modificado su forma de ver, vivir y establecer las relaciones en pareja. Lo que un pasado era aceptado moralmente y asumido como una regla general, en la actualidad, ya no es viable. Algo así sucede con conceptos como la monogamia y la poligamia. Pero, que dice la ciencia sobre esto, ¿el ser humano es monógamo o polígamo por naturaleza? En este artículo desentrañaremos la controversia.
Pero, antes que nada, vámonos con lo más básico para no embrollarnos: las definiciones.
¿Cuál es la definición de monogamia?
En términos generales, la definición de monogamia, para la Real Academia de la Lengua Española, remite a un estado o condición de la persona o animal, monógamos, así como a un régimen familiar que no admite la pluralidad de cónyuges. Pero esto no nos dice mucho, así que vayamos ahora a su definición de monógamo, que refiere a alguien que se encuentra casado o emparejado con una sola persona; alguien que solo se ha casado una vez, o en zoología a un animal que solo se aparea con otro individuo.
¿Cuál es la definición de poligamia?
Ahora bien, en el caso de la poligamia, la definición de la Real Academia de la Lengua Española la establece como un estado o condición de la persona, animal o planta polígamo. ¿Qué es ser polígamo? Aquí, el diccionario hace alusión a lo dicho de una persona casada o emparejada con varias personas a la vez; alguien casado sucesivamente varias veces, o en la zoología el referente es un animal que se aparea habitualmente con varias hembras. Por su parte, la definición de poliandria hace referencia solo a una mujer con múltiples esposos.
¿Cómo diferenciar a la monogamia de la poligamia?
En la etimología, tanto monogamia como poligamia descienden de una misma raíz griega “gamos” que significa matrimonio. Sin embargo, “monos” y “polys” refieren a todo lo contrario, el primero hace alusión a uno solo o unidad; y el segundo, a la multiplicidad o muchos. El concepto de poligamia va más ligado a la concepción actual del Poliamor.
Podríamos decir que los swinger son de cierta forma monógamos en cuanto a las emociones, pues solo entre la pareja principal los sentimientos románticos son admitidos. Sin embargo, son polígamos en cuanto a relaciones sexuales. Te hablamos más de ello en 5 claves para entender el mundo swinger.
Bien, teniendo clara sus definiciones; ahora vayamos con la ciencia. Aunque también en este caso no hay absolutos, solo enfoques diferentes.
Parejas monógamas o polígamas según la ciencia
En el 2013, la Universidad de Cambridge publicó un estudio en la revista Science que afirmaba que solo el 3% de los mamíferos eran monógamos. El 50% de ellos lo hacía por tener individuos demasiado dispersos, es decir, era complicado encontrar más de una pareja en el entorno. Ahora, el otro 50% devenía de la crianza, es decir, una pareja monógama lo era en pos de la perpetración de la estirpe. Así pues, podríamos deducir que de acuerdo a este estudio científico, ella depende más del entorno en el cual se desarrollen los individuos.
Para Arcadí Navarro, investigador en biología evolutiva de la Universidad de Pompeu Fabra, la monogamia en la naturaleza también tiene que ver con la progenie. Pues tanto los animales como los seres humanos se vuelven monógamos en relación con la supervivencia de la estirpe. Los animales que tardan más en ser autosuficientes sin los padres tienden a volverse monógamos, como es el caso de algunos pájaros y el cuidado de sus huevos.
En cuanto a otras ciencias, para el sociólogo Manuel Lucas M., presidente de la Sociedad Española de Intervención en la Sexología, el ser monógamo o polígamo depende más de cuestiones económicas. Sí, así es, el dinero también entra en juego aquí. De acuerdo con Lucas M., el ser humano desea tener más de una pareja, sin embargo, no tiene los fondos suficientes para poseerla.
Y esto último, inevitablemente nos hace pensar en Engels quien en sus trabajos afirmaba que la monogamia correspondía a una familia no natural nacida de la economía y la privatización. Para el autor, aquí iniciaba la opresión de clases, el hombre sobre la mujer y la mujer vista como un objeto a poseer. Curioso, ¿no? Aunque en esos tiempos no existía, el Engels seguramente habría hecho una alusión similar a las relaciones establecidas en religiones o secas como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o el mormonismo y poligamia. Pero eso es otra cuestión.
Por su parte, los resultados arrojados en el estudio de Terri Conley, investigadora de la Universidad de Michigan, sobre las parejas monógamas y parejas polígamas causo gran revuelo y prejuicios en la comunidad científica. Para Conley, la monogamia está más ligada a la religión que a la naturaleza como tal y en los últimos años las parejas polígamas han incrementado hasta un 5%. En sus trabajos también aborda temas como las relaciones abiertas y si te interesa más el tema te invitamos a leer nuestro artículo sobre relaciones abiertas, cómo perderle a mi pareja abrir la relación.
En sus estudios Conley, destaca que las parejas polígamas tienen mayor protección sexual y en el caso de las monógamas se da un alto número de infidelidades que se traducen en más enfermedades de transmisión sexual. ¿Recuerdan a Era o Juno en la mitología grecorromana? Pues bien, esta diosa era asociada al matrimonio. ¿Y su esposo? El mismísimo Zeus, la mitad de esta mitología, se debe a sus infidelidades.
Ser monógamo o polígamo, ¿tú que prefieres?